viernes, 3 de agosto de 2012

El verdadero "indie" argentino: "La máquina que escupe monstruos y la chica de mis sueños"

Muchas veces asistimos a sala a ver películas argentinas, y nos preguntamos cómo es que consiguieron el soporte económico que implican esas producciones, considerando lo malo del material que terminamos de ver. Por suerte no pasa siempre, pero es más habitual de lo que nos gustaría.

Pero un buen día, redes sociales mediante, nos encontramos con una película distinta, de factura ciento por ciento independiente. Un film divertido, con ideas novedosas, y un cuidado en lo técnico que se aprecia, y agradece, claro.
Eso es La máquina que escupe monstruos y la chica de mis sueños (título para un "Dígalo con mímica" de películas, dicho sea de paso). 


Realizada en formato digital, especialmente ideada para verse por Internet, y en calidad HD, La máquina... sobrepasa en calidad de filmación a muchas otras películas del circuito comercial nacional.
Estructurado en forma de capítulos, por un lado, el film nos cuenta la historia de dos amigos, Ricci (Miguel Israilevich), en plena crisis con su novia Feli (Paula Carruega) mientras se enamora de una fotógrafa a la que nada parece vincularlo excepto el deseo, y Lee (Nicolás Maiques), el desafortunado hermano que salió perdiendo en el reparto genético.
Por otro lado, vemos la historia de Diego Labat (Lucas Lagré), un muchacho que es la apatía personificada, y reclama que alguien se haga cargo de que en su vida no pasa nada, absolutamente nada. 

Un buen día, Lee descubre una extraña máquina en la habitación de ese exitoso-guapo-winner-total que es su hermano. Una máquina que puede capturar los sueños a través de un dispositivo similar a un casco, y reproducirlos mediante una computadora, como para que sean grabados en un DVD. A partir de ese descubrimiento, se le ocurre cómo mejorar su situación económica.

 


Tiene algunos personajes y situaciones que parecen salidos de Quieres ser John Malcovich, muchas citas cinéfilas (incluso con correcciones), juegos con ciertos nombres y plabras, y un ingenio poco habitual. El juego con "sandinista" es desopilante, como la referencia a un cuadro de Magritte (y el libro de Foucault homónimo) en uno de los sueños (y sus consecuencias).

Las actuaciones son muy frescas y espontáneas, los diálogos no tienen desperdicio, y ese juego constante con el disparate y el ridículo está tan bien manejado que la película divierte en serio. Una persecución digna de un capítulo de Scooby Doo, y un desenlace a la Tarantino complementan los elementos necesarios para que todo funcione.

Escrita, dirigida y producida por Diego Labat, y Agustín Ross Beraldi, la película está disponible para ver online, en la página www.lamaquinaqueescupe.com.ar , y si quieren y pueden, está habilitado para hacer donaciones que solventen otros proyectos de estos chicos. Lo que se diría "cine a la gorra" (versión 2.0).



(Nota: Todas las imágenes corresponden a material original publicado en la página de la película)

4 comentarios:

  1. María Victoria, genial tu crítica! Muchas gracias!

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  2. Termino de verla. Estoy de acuerdo con tu crítica. Un realización muy profesional y que lamentablemente no se ve a menudo en el circuito comercial. Atrevida, divertida, original en su realización, un buen mix de situaciones. Solo dos objeciones, el primero, a mi entender, esteticamente, influenciada por os modos de la publicidad o los video clip, sobre todo al inicio; el segundo, demasiado extensa la escena de la persecución, incluido el gag del pasillo y las puertas, el resto sin desperdicio.

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  3. Gracias, Claudio, que bueno que te gustó, y sí, tus observaciones son ciertas, pero en el global me pareció una buena propuesta. Y meses después insisto en que, en el circuito comercial, con fondos y subsidios, no se ven películas argentinas tan interesantes.
    Saludos!

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